REDES SOCIALES

Estamos en un mundo donde las tecnologías mejoran día a día, además, con la llegada de Internet nuestra manera de comunicarnos ha cambiado radicalmente. Antes, al llegar a casa, te colgabas del teléfono y te pasabas horas hablando, pero ahora, lo que hacemos es engancharnos a Internet y pasarnos horas chateando con amigos.
Internet, por otro lado, también ha evolucionado. De hecho, nosotros mismos le hemos  hecho evolucionar porque, anteriormente, nos socializábamos por Internet utilizando pseudónimos y avatares para ser distintos ante la mirada de los demás. Ahora, sin embargo, utilizamos Internet identificándonos, es decir, siendo nosotros mismos. Esto ha tenido lugar con la llegada de las redes sociales, esas que tanto usamos y que son lo primero que miramos al llegar a casa preocupándonos de cómo salimos en la principal y de los comentarios que tienen los demás.
Se llega a tal punto que la mayor parte de la información que circula por Internet corresponde a las redes sociales y la mayoría de los usuarios de España ya tienen Tuenti, Twitter, Habbo o Facebook.
Sin embargo, esto también nos lleva a desconfiar e incluso a pasar un poco de miedo pensando en lo que puede hacer la gente con nuestra información, o en si me pueden engañar de alguna manera. Pero la red es mucho más segura de lo que creemos, ya que las redes sociales constantemente están buscando falsos perfiles o conductas inadecuadas. Por otro lado, tenemos la oportunidad de denunciar los comportamientos que nos inquieten. además, también están mejorando la privacidad haciéndola cada vez más sencilla y segura.
A pesar de esto, Internet no puede ser 100% seguro ni moderado ya que son millones de entradas cada día, pero hay que tener en cuenta que las leyes se aplican por igual en la vida real y en Internet.
"No podemos concebir Internet como un espacio sin reglas" dice el representante de la Agencia de protección de datos.
Una de las redes sociales que está teniendo mucha importancia es HABBO, que surgió en Finlandia en el 2000 y a España llegó en el 2003. HABBO es una comunidad online y un mundo virtual que fomenta la interactividad social; y es la segunda red social más grande del mundo después de Facebook. Cuenta con moderadores, atención al cliente, filtros y unas normas de comportamiento que definen qué se puede o no hacer.
Por otro lado, nos encontramos con Tuenti, una red social que todos conocemos y usamos y que sabemos de sobra cómo es. Tuenti triunfa por ser una empresa local donde, en muchos casos, nos relacionamos con gente que conocemos en persona y con la que pasamos mucho tiempo. Hay que destacar la elaborada privacidad de Tuenti lo que proporciona seguridad a los usuarios. Además, han proporcionado un importante servicio ya que ha reducido a un simple decálogo todas las condiciones de uso que siempre aceptamos pero nunca leemos. Con todo esto, nos podríamos preguntar: ¿Por qué entonces no se prohibe la entrada a las redes de menores de 14 años y perfiles extraños en vez de tratar de eliminarlos una vez creados? La respuesta a esto es muy sencilla: "No existe un procedimiento completamente fiable para verificar la edad de usuarios u otros tipos de información" nos decía Ícaro Moyano, unos de los responsables de Tuenti. Ícaro también nos habló de las aplicaciones externas a Tuenti, como Tuentix o Tuenti fotos. Nos dejó muy claro que  no hay aplicaciones permitidas por Tuenti, simplemente son aplicaciones creadas por terceras personas y que pueden extraer datos y llevarlos a otros lugares sin tu consentimiento. También nos dijo que la única aplicación a terceros consentida son los juegos con los que no se comparte la información de los usuarios sino que Tuenti te hace una especie de copia con otro nº de usuario para utilizar el juego sin perder información.
De esta manera podemos decir que le uso de redes sociales no es peligroso, es más, es hasta beneficioso para las relacione sociales porque ¿quién no ha llegado a casa ansioso por saber si tiene algún comentario nuevo en el tablón?



Esta actividad fue realizada por: Helena González Sánchez y Carla García Vallines